Criterio de los tribunales

En otros lugares, los ciudadanos tuvieron la oportunidad de presentar una peticiĆ³n por vĆ­a electrĆ³nica, Āæpor quĆ© no en Boulder?

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Aunque los ciudadanos recibieron permiso para firmar peticiones en lĆ­nea, la campaƱa ā€œYes on 2ā€ de Massachusetts tenĆ­a que imprimir la firma de la peticiĆ³n de cada individuo y entregar copias en papel a los secretarios del condado.

Mientras docenas de habitantes de Boulder pasaron la primavera arriesgando su salud para recoger miles de firmas de peticiones para obtener un sitio en la boleta electoral de 2020, este no fue el caso en otras partes del paĆ­s. Desde la costa este hasta el suroeste, los legisladores de otros estados fueron capaces de proporcionar sistemas electrĆ³nicos seguros que permitieron a sus electores recoger firmas en lĆ­nea. 

Fue una sorpresa para algunos politĆ³logos, ya que Boulder fue el primer municipio de la naciĆ³n en que los votantes aprobaron el uso de un sistema de peticiĆ³n electrĆ³nica en 2018. Colorado tambiĆ©n es conocido en los cĆ­rculos de leyes electorales como un estado con uso de democracia directa relativamente activa y progresista. Como dijo John Cluverius, profesor asistente de ciencias polĆ­ticas en la Universidad de Massachusetts Lowell, ā€œFuera de la pandemia, Boulder realmente deberĆ­a estar marcando el camino.ā€ 

En cambio, Massachusetts, un estado con estĆ”ndares mĆ”s estrictos para la democracia directa en comparaciĆ³n con Colorado, con mayores umbrales de firmas y periodos de recollection mĆ”s cortos, implementĆ³ el primer sistema exitoso de peticiĆ³n de iniciativa de votaciĆ³n electrĆ³nica cuando, el 29 de abril, la Corte Judicial Suprema del estado proclamĆ³ un veredicto a favor de las campaƱas de iniciativas ciudadanas. 

ā€œMe sorprende que esto  no se haya implementado en todas partes,ā€ dijo Cluverius. ā€œUstedes estĆ”n en Boulder, Colorado. Ya existe un compromiso democrĆ”tico que favorece esto. Los votantes ya han dicho que les gusta esto y lo quieren.ā€ 

Con una pandemia que estĆ” matando miles de estadounidenses al dĆ­a, Ć©l aƱadiĆ³, ā€œEsto es una obviedad.ā€ 

Antes del COVID-19, ninguno de los estados que permiten iniciativas ciudadanas utilizaba sistemas de peticiĆ³n electrĆ³nicos o remotos. Todos tenĆ­an que recoger firmas en persona, y aunque Colorado y Arizona fueron pioneros en nuevas tecnologĆ­as para ayudar con las solicitudes a mediados de la dĆ©cada de 2010, estos mĆ©todos no fueron necesariamente Ćŗtiles para las campaƱas de 2020 que intentaban navegar una pandemia. El sistema de eSign exclusivo de la ciudad de Denver facilita el uso de un iPad, pero aĆŗn requiere que alguien estĆ© presente para supervisar la firma; Arizona implementĆ³ un sistema de peticiĆ³n electrĆ³nica en 2011, pero fue disenado solo para ser utilizado por los candidatos que buscan elecciĆ³n a cargos pĆŗblicos, no los que solicitan iniciativas ciudadanas. En Boulder, el sistema electrĆ³nico aprobado en 2018 estĆ” a meses de ser implementado.

Antes de 2020, las conversaciones sobre el concepto y/o la aplicaciĆ³n de los sistemas de peticiĆ³n electrĆ³nica estaban relativamente ausentes a escala nacional. Pero, como con tantas otras cosas, la pandemia cambiĆ³ rĆ”pidamente eso: de repente, recoger firmas en lĆ­nea, desde la seguridad del hogar, no fue solo un tema de debate nacional sobre la participaciĆ³n democrĆ”tica, sino tambiĆ©n una cuestiĆ³n de legalidad. En poco tiempo, una ola de objeciones legales comenzĆ³ a poblar los expedientes en muchas cortes supremas estatales. 

SĆ³lo 24 estados (mĆ”s Washington D.C.) garantizan a los ciudadanos el derecho a solicitar iniciativas ciudadanas ā€” a menudo siguiendo un conjunto de reglas muy especĆ­ficas. Estas reglas se describen en las constituciones estatales, estatutos y cartas municipales. El proceso varĆ­a en detalle de un estado a otro y de un municipio a otro, pero todos los procedimientos de iniciativa ciudadana comparten un esquema comĆŗn: reunir suficientes firmas vĆ”lidas antes de una fecha lĆ­mite determinada, para que la medida tenga un lugar garantizado en la boleta. Debido a que no se necesita el apoyo de oficiales elegidos, las iniciativas ciudadanas ofrecen una vĆ­a para que los ciudadanos puedan avanzar soluciones a los problemas y promulgar cambios estructurales que los polĆ­ticos pasan por alto o ignoran. 

Cuando las condiciones de estas reglas cambiaron debido a la pandemia, los peticionarios se apresuraron a expresar preocupaciĆ³n ante las personas que rigen el proceso de peticiones, solicitando adaptaciones a las reglas durante estas circunstancias sin precedentes.

SegĆŗn Richard Collins, profesor de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Colorado, se convirtiĆ³ en una cuestiĆ³n de tratar de comprender que pretendĆ­an las constituciones. ā€œLas personas que pusieron [las reglas] en la constituciĆ³n, claramente no estaban pensando en cĆ³mo deberĆ­an aplicarse estas disposiciones en el caso de una epidemia de enfermedades,ā€ dijo Collins. En muchos sentidos, se reduce a una pregunta: ĀæQuĆ© es mĆ”s importante: el derecho a presentar una peticiĆ³n o las reglas que determinan cĆ³mo acceder a ese derecho?

Emma Athena Richard Collins, profesor de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Colorado

A medida que se acercaban las fechas lĆ­mite para la recolecciĆ³n de firmas durante la primavera y el verano, sin un precedente confiable para las adaptaciones de salud y sin movimientos progresistas de oficiales a la vista, campaƱas en todo el paĆ­s comenzaron a demandar por el derecho a presentar peticiones por vĆ­a electrĆ³nica a partir de abril. Muchos pensaron que si era posible depositar cheques, firmar contratos de arrendamiento y solicitar programas de asistencia federal de forma segura en lĆ­nea, tambiĆ©n serĆ­a posible facilitar el respaldo comunitario de las peticiones. Algunos tuvieron Ć©xito en sus demandas, pero la mayorĆ­a no.

En Boulder, cuatro iniciativas ciudadanas comenzaron el proceso de iniciativas ciudadanas esta primavera. El uso potencial de un sistema electrĆ³nico durante la pandemia surgiĆ³ rĆ”pidamente, ya que muchos ciudadanos estaban conscientes de la votaciĆ³n de la comunidad en 2018 para aprobar un sistema electrĆ³nico. AdemĆ”s, el abogado de la ciudad Tom Carr estaba programado coincidencialmente para actualizar al consejo municipal de Boulder sobre la implementaciĆ³n del sistema en marzo. 

En esta reuniĆ³n, Carr anunciĆ³ que el sistema electrĆ³nico no estarĆ­a listo para usarse en el ciclo electoral de 2020 ā€” ya que el personal de la ciudad y Runbeck, el proveedor de software contratado, aĆŗn estĆ”n desarrollando el sistema y realizando pruebas de seguridad ā€” pero ofreciĆ³ la posibilidad de una sistema que podrĆ­a ayudar a los peticionarios durante la pandemia. El consejo le pidiĆ³ a Carr que redactarĆ” una ordenanza borrador que permitiera temporalmente la peticiĆ³n electrĆ³nica, pero la conversaciĆ³n terminĆ³ rĆ”pidamente a mediados de abril, cuando el consejo votĆ³ a favor de no seguir la ordenanza de Carr. Los miembros del consejo citaron preocupaciones sobre la seguridad de los datos y las cargas impuestas a los solicitantes para cambiar de sistema a mitad de campaƱa. Sin embargo, muchos voluntarios de iniciativas ciudadanas habĆ­an pedido explĆ­citamente alojamientos que preservarĆ”n la salud. Al final, el consejo no hizo concesiones y dirigiĆ³ las cuatro campaƱas a continuar recogiendo firmas en papel.

Solo una de las medidas de iniciativa ciudadana de Boulder, ā€œNo Eviction Without Representationā€ o ā€œNEWRā€ (No Desalojar Sin Representation Legal), llegĆ³ a la boleta electoral de 2020 a travĆ©s de este proceso, aunque los organizadores de la campana habĆ­an comenzado a recoger firmas dos meses antes de que golpeara la pandemia. Las otras campaƱas que comenzaron mĆ”s tarde no tuvieron tanto Ć©xito, aunque los organizadores pasaron cientos de horas reuniendo miles de firmas manuscritas. Sus esfuerzos se vieron obstaculizados aĆŗn mĆ”s cuando el abogado de la ciudad revelĆ³ que su oficina habĆ­a informado mal a las campaƱas sobre las reglas, y otra vez el concejo no tomĆ³ ninguna medida y se negĆ³ a corregir el error. Actualmente, una campaƱa de Boulder, ā€œBedrooms are for Peopleā€ (Dormitorios Son Para Personas, DSPP), estĆ” apelando su caso ante la Corte Suprema de Colorado, solicitando que el consejo coloque la medida en la boleta electoral. 

La copresidenta de la campaƱa de DSPP, Chelsea Castellano, explicĆ³ en un comunicado que los organizadores continuarĆ”n litigando ā€œen nombre de todos los votantes de Boulder que deseen ejercer su derecho a la democracia directa, este aƱo y en el futuro.ā€ 

Lo que sucediĆ³ a nivel municipal, con los legisladores determinando rĆ”pidamente ā€œlas reglas son las reglas,ā€ se ha reflejado en el nivel estatal. En Colorado, las campaƱas de iniciativa ciudadana presionaron al gobernador Jared Polis para que solicitara adaptaciones de emergencia para peticiones, al igual que docenas de otras campaƱas en Massachusetts, Idaho, Michigan, Arizona, Dakota del Norte, Montana, Ohio, etc.

ā€œSolo estamos pidiendo la oportunidad de que la gente vote,ā€ dijo Cara Brown McCormick, directora de campaƱa de la iniciativa Yes on 2 de Massachusetts, que propone la votaciĆ³n por clasificaciĆ³n. La campana Yes on 2 presentĆ³ su demanda, pidiendo al estado que aceptara peticiones electrĆ³nicas, en abril, siguiendo el ejemplo de los candidatos que habĆ­an presentado una demanda similar. Al principio de mayo, los jueces de Massachusetts otorgaron permiso y las campanas trabajaron en colaboraciĆ³n con su Secretario de Estado, el Procurador General y la empresa de acuerdos electrĆ³nicos DocuSign para encontrar ponerse de acuerdo.

ā€œRealmente fue un compromiso,ā€ explicĆ³ Cluverius. ā€œEl efecto fue uno en el que todos se unieron y el estado llegĆ³ a una conclusiĆ³n que preservĆ³ la razĆ³n que tenemos requisitos de recopilaciĆ³n de firmas, que son para evitar un exceso de iniciativas de votaciĆ³n, pero tambiĆ©n que diĆ³ a estas campanas la flexibilidad que necesitan para [tener una oportunidad razonable en el Ć©xito].”

Con DocuSign, la campaƱa Yes on 2 pudo recoger una firma cada dos minutos durante 40 dĆ­as seguidos, totalizando mĆ”s de 30.000 firmas electrĆ³nicas al final de su campaƱa. En conjunto, se convirtiĆ³ en el mayor esfuerzo de recolecciĆ³n de firmas en la historia de Massachusetts, eclipsando las 13,374 firmas que necesitaban para colocar la medida en la boleta.

ā€œAsĆ­ es como debe ser: gente que toma las cosas en sus propias manos para peticionar a su gobierno. Y eso es lo que fue, un ejercicio puro,ā€ dijo McCormick. “Fue un Ć©xito tremendo.”

QuizĆ”s lo mĆ”s importante, aƱadiĆ³ McCormick, ā€œEl secretario sĆ³lo descalificĆ³ una pequeƱa cantidad de firmas. No hubo fraude.”

Por sus aƱos de experiencia, McCormick sabe que hay amplias formas en que los gobiernos pueden rechazar firmas y peticiones. ā€œEn este caso, cuando la campaƱa entregĆ³ las peticiones a los cientos de secretarios municipales para la certificaciĆ³n y luego al Secretario de Estado, no hubo problemas, no hubo falsificaciones, nada,ā€ dijo. ā€œMe parece que los jueces en Massachusetts estaban muy alineados con el avance de la democracia, incluso durante una pandemia.ā€ 

Mientras Massachusetts pudo implementar rĆ”pidamente un nuevo sistema de peticiones electrĆ³nicas, Arizona pudo confiar, al menos parcialmente, en un sistema que ya habĆ­a estado en uso. En 2011, la oficina del Secretario de Estado construyĆ³ un sistema de solicitud electrĆ³nico, conocido como E-Qual, que los posibles candidatos pueden utilizar cuando se postulan para cargos estatales o legislativos. Inicialmente, el sistema estaba diseƱado para ayudar a los candidatos a cargos legislativos, estatales y nacionales a recolectar firmas y contribuciones financieras calificadas, explicĆ³ Sophia Solis, oficial de informaciĆ³n pĆŗblica de la Oficina del Secretario de Estado de Arizona. En un momento, E-Qual se expandiĆ³ para incluir mĆ”s candidatos que buscaban ser elegidos para cargos en el condado y grandes y pequeƱas ciudades.

Cuando la pandemia golpeĆ³ a Arizona y varias campaƱas de peticiĆ³n ya estaban en progreso, los ciudadanos preguntaron si E-Qual podrĆ­a extenderse aĆŗn mĆ”s para ayudar a recoger firmas para iniciativas ciudadanas. Seis campaƱas presentaron demandas, buscando autorizaciĆ³n para usar E-Qual. La secretaria Katie Hobbs, quien estuvo en la legislatura en 2011 y votĆ³ a favor de E-Qual en ese momento, defendiĆ³ la solicitud de las campaƱas.

“No me opondrĆ© a la solicitud que hacen estas organizaciones”, escribiĆ³ en un comunicado. “Planeo informar a la corte que mi oficina puede implementar los cambios necesarios, si esa es la orden de la corte”.

Ella argumentĆ³ que, dados los desafĆ­os que plantea COVID-19 para la recolecciĆ³n de firmas en persona, ā€œpermitir que las campaƱas de iniciativa usen el sistema E-Qual, como ya lo hacen algunos candidatos, es una opciĆ³n razonable para proteger la salud pĆŗblica y apoyar la continuidad en nuestros procesos democrĆ”ticos.”

Sin embargo, un juez de un tribunal de distrito de Arizona desestimĆ³ las demandas, declarando que la pandemia no era una ā€œcircunstancia extraordinariaā€ suficiente para merecer una reevaluaciĆ³n de las leyes electorales estatales de larga duraciĆ³n.

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Solis explicĆ³ que el uso de E-Qual para iniciativas ciudadanas no estĆ” autorizado en el estatuto estatal, y expandirse a este Ć”mbito requerirĆ­a un cambio legislativo. El juez tambiĆ©n justificĆ³ su rechazo afirmando que las campaƱas de la iniciativa electoral deberĆ­an haber comenzado a recolectar firmas antes de la pandemia. ā€œSi los Demandantes simplemente hubieran comenzado a reunir firmas antes, podrĆ­an haber reunido mĆ”s que suficiente para calificar para la boleta antes de que la pandemia de COVID-19 comenzĆ³ a interferir con sus esfuerzos,ā€ dictaminĆ³ el juez.

En respuesta, Hobbs se mantuvo del lado de las campaƱas ciudadanas: “Podemos y debemos hacer ajustes razonables a la luz de la pandemia mundial,” se afirmĆ³ en un comunicado de prensa. “Espero que el tribunal reconozca la necesidad de soluciones viables.”

En Colorado, un destino similar aguardaba a la SecretarĆ­a de Estado Jena Griswold, quien colaborĆ³ ā€‹ā€‹con el gobernador Polis a crear una orden ejecutiva de emergencia que facilitarĆ­a la recolecciĆ³n de firmas para las personas que quisieran participar en la democracia, pero sin arriesgar su salud. El sistema propuesto por Griswold y Polis fue diseƱado para facilitar la “recopilaciĆ³n remota de firmas,” donde las personas podĆ­an imprimir peticiones en sus hogares, firmarlas y luego enviar el papeleo por correo o escanear y enviar por correo electrĆ³nico directamente a las campaƱas.

Pero la orden ejecutiva de Polis fue impugnada en dos demandas: una presentada por el grupo proempresarial Colorado Concern y la otra por un grupo de iniciativa ciudadana en Denver que solicitaba una legislaciĆ³n antiaborto. El caso fue llevado a la Corte Suprema de Colorado y rĆ”pidamente, unĆ”nimemente anulado. Hasta ahora, ha sido la Ćŗnica orden ejecutiva de emergencia en Colorado impugnada legalmente con Ć©xito durante la pandemia.

Al final del dĆ­a, los tribunales son los que deciden, dijo Collins, profesor de derecho de CU. ā€œLo que estĆ” legalmente permitido es lo que permiten los tribunales, y lo que no estĆ” legalmente permitido es lo que los tribunales no permiten.ā€

El rango de la perspectiva polĆ­tica de la Corte Suprema de Colorado “es considerable de izquierda a derecha,” dijo Collins, y eso hace que su decisiĆ³n sea particularmente significativa. ā€œLos trĆ”mites estĆ”n detallados y lo que ha dicho la Corte Suprema es: [las iniciativas ciudadanas son] un derecho, pero es un derecho en condiciones especĆ­ficas, y las condiciones no se han cumplido y eso es todo, firmado: Amor, Jueces.”

En la reuniĆ³n ejecutiva del Partido DemĆ³crata del Condado de Boulder el 12 de agosto, Griswold explicĆ³ brevemente que la constituciĆ³n de Colorado prohĆ­be efectivamente las peticiones electrĆ³nicas o remotas a nivel estatal, debido a una regla que requiere la presencia de testigos certificados en persona para una firma vĆ”lida. “TendrĆ­a que haber un cambio constitucional antes de que viĆ©ramos las peticiones en lĆ­nea” utilizadas en las iniciativas estatales, dijo Griswold.

En Boulder, esta regla es aplicable solo a iniciativas locales que persiguen enmiendas a la carta municipal, ya que el proceso de enmienda estĆ” dictado por la constituciĆ³n estatal. Las ordenanzas municipales locales, sin embargo, son tĆ©cnicamente elegibles para peticiones electrĆ³nicas o remotas.

ā€œTratando de decir, ‘Massachusetts lo hizo, nosotros no’ es probablemente demasiado simplista porque hay otras diferencias en los dos estados”, dijo Collins. Aparte de las distinciones tĆ©cnicas, sostuvo que los jueces de Colorado podrĆ­an estar “un poco mĆ”s nerviosos por hacer algo que da demasiado fĆ”cildad a entrar en la boleta.” Ɖl dijo: “Es posible que Massachusetts no haya tenido, digamos, la experiencia de la enmienda TABOR o, en otras palabras, lo que puede suceder usando este procedimiento de iniciativa para incorporar algo muy problemĆ”tico en la constituciĆ³n estatal.”

Otros estados como Ohio y Michigan vieron demandas a favor de las peticiones electrĆ³nicas en tribunales de nivel inferior, pero cuando las apelaciones llevaron los casos a un nivel superior en la escala legal, los tribunales federales se apresuraron a revocar fallos y, en Ćŗltima instancia, la mayorĆ­a de las propuestas de sistemas electrĆ³nicos fueron rechazadas.

A medida que las campaƱas y los estados se dirigen hacia Massachusetts para aprender de su exitosa estrategia de adaptaciĆ³n de sistemas electrĆ³nicos, McCormick dice que muchas de las preocupaciones citadas (la interrupciĆ³n de los procedimientos tradicionales, la reducciĆ³n de los estĆ”ndares de democracia, la seguridad de los datos, etc.) no deben tener mucho peso. ā€œEn primer lugar, no quiero que la gente piense que esto fue fĆ”cil. Porque no lo es,ā€ dijo ella.

Por un lado, no todos los grupos de iniciativas ciudadanas de Massachusetts pudieron reunir suficientes firmas este aƱo, incluso con la opciĆ³n de solicitar firmas en lĆ­nea. Esto ejemplifica el desafĆ­o de adaptarse a un nuevo procedimiento y aprovechar las redes sociales, pero tambiĆ©n sirve como una garantĆ­a para los oficiales electos: los sistemas electrĆ³nicos no ā€œdesordenarĆ”n a nuestros gobiernos,ā€ dijo McCormick; el uso de la tecnologĆ­a del siglo XXI no  abrirĆ” las puertas a decenas de iniciativas ciudadanas cada aƱo. “Avanzando, es simplemente una manera de involucrar y comprometer a mĆ”s y mĆ”s personas en la democracia ciudadana.”

Las preocupaciones sobre el fraude no tienen mucho peso para Cluverius, ya que las peticiones en papel estĆ”n lejos de ser perfectas. “[La peticiĆ³n en papel] estĆ” plagada de fraudes y la gente paga a los recolectores de firmas por firma, que incentiva a falsificar aquĆ­ y allĆ”.” Por lo tanto, no hay razĆ³n para no probar algo nuevo, dijo. ā€œEl objetivo es tomar las mejores decisiones que puedas con la democracia que tienes.ā€

Todo el sistema polĆ­tico de los Estados Unidos se basa en la premisa de la participaciĆ³n de la comunidad, a nivel municipal, estatal y nacional. Algunas de las cualidades mĆ”s definitorias de Boulder ā€” como el impuesto al valor agregado de espacios abiertos y la ordenanza de altura de edificios ā€” provienen de iniciativas ciudadanas. ā€œLo Ćŗltimo que necesita la democracia estadounidense es asociar la participaciĆ³n con el riesgo de infecciĆ³n,ā€ dijo Cluverius. “De todas las cosas que quizĆ”s el sistema democrĆ”tico podrĆ­a inclinarse un poco, creo que la recopilaciĆ³n de firmas para el acceso a las boletas es una de las mĆ”s obvias.”

Y McCormick estĆ” de acuerdo. DespuĆ©s de todo, las peticiones solo se utilizan para otorgar a la comunidad la oportunidad de votar, y “ese derecho nunca debe ser eliminado.”

Nota editorial: Este artĆ­culo es el segundo de una serie de cuatro partes que analiza el papel de sistemas en lĆ­nea para recoger firmas en el futuro de la democracia directa en 2020. Este artĆ­culo fue reportado con ayuda del Solutions Journalism Network.

CorrecciĆ³n: En la versiĆ³n original, declaramos incorrectamente el nĆŗmero de muertes relacionadas con COVID cada dĆ­a. Lamentamos el error.